"Dios y patria, o muerte"

Hoy se cumplen 17 años del último levantamiento carapintada que tenía como obejetivo sacar del poder al ex-presidente Calos Menem y liberar al Coronel Mohamed Alí Seineldin que estaba preso en San Martín de los Andes. La operación fue bautizada como "Operativo Virgen de Luján".
Si bien el gobierno de enteró un mes antes de la intención del grupo de soldados y de las maniobras que se estaban calculando, sólo los medios de comunicación estuvieron atentos y se encargaron de comunicárselo a las autoridades.



Durante la madrugada los carapintadas tomaron el Regimiento I de Patricios, en el barrio de Palermo; el edificio Libertador y el Guardacostas, también en la Capital Federal; un batallón en El Palomar, otro en Olavarría, y la fábrica de los Tanques Argentinos Medianos (TAM), en Boulogne, partido de San Isidro.

Inmediatamente el gobierno declaró el estado de sitio durante 60 días. Los rebeldes se rindieron al día siguiente y el gobierno levantó la medida que había tomado.

Según los informes, 13 personas resultaron muertas durante la sublevación, entre ellas cinco civiles (víctimas del choque de un tanque y el colectivo de la línea 60), y decenas más fueron heridas como consecuencia de los enfrentamientos. Dos periodistas estuvieron al borde de la muerte por recibir el impacto de proyectiles disparados desde la prefectura.


Un tribunal militar condenó a los oficiales rebeldes a períodos de cárcel que oscilaban entre los 12 años y el "encarcelamiento indefinido".

Carla Porta